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Ahora, que ya no soy tan pequeñito, sigo con la manía de hacer correr las ganancias inesperadas. Me refiero a dinero que te puedes encontrar en la calle (sí, curiosamente me pasa muy a menudo), ese regalito de las abuelas (shhht, guárdame el secreto), ese favor que haces a un amigo (e insiste en compensarte económicamente), etc. Es cierto que a día de hoy me he tenido que convertir en el rey de los malabares para llegar a fin de mes: alquiler, comida, ocio... Aún así, sigo sintiendo la necesidad de dar ese dinero que creo no merecer. Simplemente pienso que otros pueden agradecerlo más. El resto ya lo conoces: gané un televisor en un concurso. Y siendo coherente con mi línea de actuación habitual supe que debía hacer algo... |
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Iré colgando las propuestas que me gusten más (Propuestas) y al final simplemente escogeré la que me parezca mejor o más interesante y le daré los 700 €. ATENCIÓN: (con la finalidad de diseminar la iniciativa se retrasa la fecha) Aceptaré propuestas hasta el 15 de Septiembre de 2009, día en el que haré pública la propuesta elegida. |
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En este caso la historia ha transcurrido de una forma un tanto peculiar. Resulta que cuando me dijeron que me había tocado un televisor mi primer pensamiento fue: “Ok, ya sé lo que tengo que hacer, venderlo y dar el dinero”. Pero cuando llegó el televisor a casa... era tan bonito que decidí quedármelo. Me convencí a mi mismo: “Oye, no es lo mismo que en otros casos, esta vez no se trata de dinero, para hacer algo deberías vender la tele, obtener el dinero y darlo, y eso es complicado…” Curiosamente el mismo día de mi razonamiento vino un amigo mío (sin saber lo de la tele que me había tocado) y me dice “Oye, que me voy a comprar un televisor de 32 pulgadas”. “¡Que me aspen si esto no es una señal!”, pensé. Y aún así la posesión material pudo conmigo y no me deshice del televisor. Con el tiempo me di cuenta de que una sensación extraña me incomodaba. Me sentía mal por haberme quedado con la TV, así que opté por una solución intermedia: busqué el valor del aparato, me fui al banco a retirar el equivalente de su precio y lo guardé en una cajita esperando a tener una idea de qué podía hacer con ese dinero. Curiosamente esa sensación extraña que me incomodaba desapareció. Ahora llevo un año con esos 700 € en la caja y hasta ahora no se me había ocurrido nada. Esta página web que tienes en tu monitor ha sido finalmente mi idea. ¿Cuál es la tuya? |
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Que entre las propuestas que más me atraen estén de momento un par de ONGs no significa que sólo puedan venir propuestas de ese contexto. No me importa en absoluto si me escribes para decirme que necesitas el dinero para material escolar de tus hijos :) Como vengo diciendo, se trata de algo puntual. Recibí ese dinero, quiero que pase a otras manos y punto. No se trata de cambiar la cosmovisión de nadie, de ser dogmático y enseñar ningún valor especial. Cada cual ya sabrá lo que hace ;) |